martes, 1 de octubre de 2019

Lo que delata a PSN, UGT & Co.


Lo que delata a UGT, a su abogado Juanjo Lizarbe (ex líder del PSN-PSOE), y a toda la caterva que les jalea contra la comunidad vascoparlante de Navarra, es que nunca se han quejado de que la mayoría de navarros estamos discriminados por el hecho de que a los pocos que tienen título de inglés, francés o alemán se lo valoren en los concursos-oposición en las tres zonas de Navarra, donde es inexistente la realidad sociolingüística de dichas lenguas. Así pues no es el acabar con una supuesta discriminación lo que les mueve, pues sería mucho mayor la que acabo de citar, lo que les motiva es arrinconar a una parte de la población navarra, la que ha recuperado el euskera, porque temen (piensa el ladrón…) que por ser euskaldunes se sumen al mundo nacionalista vasco y  por contra, su proyecto nacionalista español, uninacional y monolingüe, no cuaje en Navarra.
Los socialistas navarros llevan haciéndolo décadas, desde que en 1982 abandonaron el PSE al que habían pertenecido desde la muerte del dictador y retiraron de sus sedes la ikurriña, y se desdijeron de las Bases de 1980 que habían apoyado en el Parlamento navarro para que el euskera fuera oficial en toda Navarra, al igual que había hecho el PSOE con el resto de lenguas en la totalidad del territorio de cada comunidad autónoma.  El PSN cambió de rumbo y se integró como una pieza fundamental del Régimen navarro del Corralito Foral, dominado por una élite que Feliú diseccionó en su tesis, dejando claro que una de sus principales características es el antivasquismo.
Les delata que cuando UPN descubrió a finales de los 90 que el inglés vehicular en la educación podía ser su principal arma para alejar a las familias del euskera, el PSN y UGT le apoyaron totalmente, aunque se desplazara de sus puestos a cientos de experimentados funcionarios que no tenían título de inglés. Ahí no ve discriminación el sindicato socialista, es más, sus propios liberados de educación se han visto obligados a estudiar inglés por su cuenta para mantener sus puestos de trabajo, y sin rechistar. Si hubiera sido euskera lo que tenían que estudiar, ¡qué no hubieran removido para impedirlo!
Así que desvelada su mentira y destapada su verdadera motivación, solo queda socializarlo y deslegitimar su postura ante la sociedad, mucho más abierta al euskera que las élites. El PSN debe corregir su traición histórica y apoyar el cambio de la LORAFNA y de la LFE para que el euskera sea oficial en toda Navarra, sin zonificación, aunque sea necesaria una modulación en función de la realidad sociolingüística de cada comarca. Si no avanza en esta línea, no sé cómo se puede gobernar con ellos desde quien defiende la lengua y cultura vasca.