jueves, 17 de febrero de 2022

El euskera en la educación de Navarra: eliminar lo que estorba y sembrar a futuro

A diferencia de la Comunidad Autónoma Vasca, y del resto de CCAA, la Comunidad Foral de Navarra no declaró oficial en todo su territorio a su lengua propia más antigua, y mientras no se dé ese paso, hay que garantizar, mediante la persuasión, que las familias elijan modelos educativos que incorporen el euskera en alguna medida.

Esta ya es una línea que lleva trabajando Euskarabidea, con finura, tacto e inteligencia, y estoy seguro de que dará sus frutos si se sabe perseverar en ella.

En la XXVI Jornada Jagon organizada por Euskaltzaindia con el título "Euskara Nafarroako hezkuntzan: egoera eta aukera berriak", se habló del modelo D y se aportaron experiencias concretas de distintos centros escolares. Como complemento a ello, pretendo añadir dos aspectos que me parece necesario señalar, si queremos que el euskera vaya a más en el sistema educativo navarro: por un lado eliminar lo que estorba, y por otro sembrar lo que traerá fruto.

Eliminar lo que estorba

El PAI, o Programa de Aprendizaje “en” Inglés (no “de” inglés) de varias asignaturas, que es obligatorio para todo el alumnado en más de un centenar de colegios y más de 50 localidades navarras, se ha demostrado que redujo significativamente el número de familias que elegían el Modelo A de enseñanza en castellano con asignatura de euskera. Fue la jugada maestra de quienes sustentaron en los 80 un Amejoramiento del fuero que limitaba la oficialidad del euskera a la zona norte, y que en los 90 veían con preocupación que año a año crecía la demanda por parte de las familias de modelos educativos con euskera, en las dos zonas lingüísticas donde no era obligatorio.

Movidas/os por una ideología nacionalista española cerrada a los planteamientos plurinacionales o plurilingües ad intra, y rendida ad extra al colonialismo del inglés, aprovecharon los años posteriores a la caída del tripartito presidido por Otano, para emprender un rumbo sustentado por la Grosse Koalition, que luego sería compartido por otras comunidades gobernadas por el PP (incluso Baleares, sustituyendo la inmersión en catalán por el trilingüismo) y más tarde también por el PSOE (la Euskadi del lehendakari Patxi López y Celaá). La misma FAES, en su libro Libertad o Coacción. Políticas Lingüísticas y Nacionalismos en España, considera positiva, con matices, la política seguida en Navarra con el euskera, respaldada por el profesor Aurelio Arteta, que califica al euskera como lengua inferior al castellano, con valor solo sentimental, cuyo proceso de minorización ha sido natural, a diferencia del intento de recuperación, que es una imposición; y un disparate su generalización en la educación, que resulta un fraude y una moda, con una legislación impositiva, absurda y malintencionada.

El lento proceso de reacción ante chapuceros programas de semi-inmersión como el PAI va dando pasos significativos, y son muchos los centros de todo el Estado que los abandonan. Está promovido en muchas CCAA por familias, docentes, personas expertas y sindicalistas, que quieren eliminarlos por ser perniciosos para el alumnado, al causar vaciamiento del currículum de las materias impartidas en inglés, sobreesfuerzo en la infancia, y aumentar la segregación escolar tan elevada que tenemos en nuestro sistema educativo. En Navarra ya tenemos un colegio, el de Castejón, que ha conseguido que ningún niño o niña más comience su escolaridad con ese programa. Para ello han logrado la unanimidad del consejo escolar y una mayoría abrumadora del claustro, tras un trabajo eficaz y tenaz del equipo directivo, que quiere dar a su alumnado la máxima calidad educativa, aunque haya quien les descalifique y quiera ver sus fantasmas particulares encarnados en dichas personas.

En torno a este tema sería necesario un gran pacto político, social y sindical en Navarra, que pusiera a cada lengua en su sitio dentro del sistema educativo, desmontando el PAI y promoviendo el Tratamiento Integrado de las Lenguas, donde lo aprendido en unas, beneficie a las otras. En un Estado con tanta diversidad, sería necesario establecer unos mínimos acordados, que garantizaran a todo el alumnado el dominio de las lenguas propias u oficiales de su comunidad autónoma, así como el conocimiento de uno o dos lenguas extranjeras. Está demostrado que la inmersión en lenguas minorizadas como el catalán o el euskera ha sido exitosa para lograr el bilingüismo, sin perjuicio de un adecuado nivel de inglés. Dicha inmersión requiere al menos un 80% del horario escolar semanal, ya que si no no se logra el nivel umbral que permite la competencia cognitivo-académica en las dos lenguas propias. Esto no lo consigue el PAI en ninguna lengua, con solo un 50% de horas impartidas en inglés, ya que es imposible; y así el castellano se resiente, al no garantizarse desde la escuela unos usos suficientemente diversificados, ni un proceso normalizado de lecto-escritura, y el inglés que se aprende resulta poco útil. Solo familias de extracción media-alta pueden invertir recursos para suplir estas carencias del sistema, con un gran sacrificio.

Sin un compromiso cívico como el demostrado por la comunidad educativa de Castejón, no va a caer el PAI. Es necesario que se movilicen familias y docentes insatisfechas con el PAI, porque lo imparten aunque no les convence, y/o porque ven lo que ha perdido el alumnado de hoy respecto a promociones anteriores a dicho programa. Hace casi una década ya se posicionaron así colegios como Ablitas, Cascante, Orkoien, Puente la Reina, Huarte...Hoy es necesario que lo hagan esos equipos directivos que vieron desde el principio la chapuza, pero que la asumieron por ganar alumnado, en el caso de colegios públicos en dificulatades, o por hacer frente a lo que veían como un marketing competitivo, en colegios concertados. Castejón ha contado con el apoyo unánime de todos los sindicatos navarros a su derecho a decidir.

Sembrar a futuro

En paralelo al desmontaje del PAI, es necesario promover el Modelo A, tierra fértil para que a medio plazo brote el Modelo D.

Se repite muchas veces la frase de Yolanda Barcina en 13TV*, de que al promover el PAI había conseguido que las familias no demandaran tanto el euskera. Pero se señala poco que también dijo que los Modelos lingüísticos responden a la libre elección y a acuerdos en el seno del Parlamento de Navarra (donde los gobiernos de UPN no solían tener mayoría, pues accedían por el sistema de lista más votada o gobernaban en minoría tras ser investidos con la abstención del PSN), y que con la extensión masiva del PAI obligatorio a decenas de colegios, habían tenido que avanzar menos en esos modelos de lo que anteriormente se pedía en el Parlamento. Ante estas palabras, se ve que ni a UPN (que no votó a favor de la Ley del Vascuence que estableció los Modelos lingüísticos A, B, D y G), ni a Barcina, ni a Arteta, ni a FAES, les han gustado nunca los Modelos A, B y D; y que con el PAI consiguieron burlar la mayoría parlamentaria, imponiendo dicho programa, que desvirtúa los modelos legales y supone de facto un nuevo pseudo-modelo ya no elegible sino impuesto.

Recuerdo cuando durante el gobierno de UPN, acudimos en una ocasión al Departamento de Educación dos docentes de mi colegio de Modelo A, para pedir más medios que permitieran desdoblar en algunos momentos las aulas de 3º y 4º de ESO durante la asignatura de euskera, a fin de preparar bien los exámenes de niveles A2 y B1 de la EOIDNA. Alegamos también que el Modelo A contribuye a la cohesión y a la convivencia en Navarra. Cuál fue nuestra sorpresa cuando la responsable de idiomas del Departamento nos reconoció que al gobierno de UPN no le interesaba para nada la convivencia.

En el Modelo A la enseñanza es en castellano, pero la lengua vasca se estudia como asignatura en todos los niveles, igual que el inglés. Es un modelo de acercamiento cultural al euskera, de conocimiento de nociones básicas, de competencia lingüística menor que el Modelo D (donde el alumnado es bilingüe euskera-castellano desde los primeros cursos). En Educacion Infantil y Primaria, el alumnado de Modelo A tiene 4 sesiones semanales de euskera. En ESO y Bachillerato el euskera ocupa el espacio de la optatividad de esos niveles, y supone 3 sesiones semanales de euskera. Además, los centros organizan diferentes actividades a lo largo del curso para el alumnado de este modelo, como sesiones con payasos, exhibiciones de deporte rural, teatros, etc, con un euskera accesible a su comprensión.

En la etapa secundaria, los institutos ofrecen al alumnado de Modelo A la oportunidad de apuntarse al programa de colaboración con la EOIDNA, que supone la coordinación de sus profesores del instituto con los de dicha escuela, y que permite al alumnado prepararse para los exámenes oficiales y hacerlos en el mismo instituto. A esta preparación ayudan programas de auxiliares de conversación, que acuden a los centros y permiten reducir la ratio en algunas sesiones.

El Modelo A no produce alumnado bilingüe desde el principio, de modo inmediato, pero pone las bases para lograrlo en el horizonte de los 18-22 años, y hasta ese momento contribuye a que toda una nueva generación de navarras/os cuente con más de la mitad de sus efectivos educados en contacto con la lengua y cultura vasca en la propia escuela, sin tensiones ni conflictos, sino todo lo contrario, aportando mucho a la convivencia plural, integradora y enraizada en nuestra sociedad, la cual estaría mucho más cohesionada si este modelo estuviera generalizado entre quienes no optan por la inmersión lingüística en el modelo D.

El proceso que llevó la CAPV en los años 80, donde al principio el 80% de las familias elegían Modelo A y solo un 20% Modelo D, para pasar en pocos años a ser al revés, está sin hacer en Navarra. Hasta ahora en ningún pueblo navarro se ha dado el hecho de que surja una línea de Modelo D si antes no había en dicho pueblo una de Modelo A. Es por ello necesario que en todos los pueblos se ofrezca y haya Modelo A. De hecho éste está ganando terreno año a año, a pesar de las dificultades. En pocos años el Modelo G va a perder colegios, tras ir perdiendo alumnado en estos últimos años dentro de cada uno de ellos, en favor de los Modelos A y D que se implantan progresivamente. El proceso de ghetización en que está cayendo la red pública en castellano, solo lo va a poder esquivar si introduce los modelos A y D en sus centros. Los colegios concertados con Modelo A han sido históricamente los situados en barrios y pueblos, y son los que más están subiendo de matrícula. Colegios concertados más de élite se van a tener que plantear seriamente introducir el Modelo A si no quieren ir a menos. La oficialidad del euskera en toda Navarra facilitaría mucho las cosas, porque el Modelo A sería el mínimo obligatorio, y el Modelo G desaparecería, abaratando mucho el proceso, al no tener que desdoblarse las aulas cuando se va a impartir la asignatura de euskera. Sin esa oficialidad, también está avanzando el euskera, aunque no lo parezca. Ezina ekinez egina.

 

 * El video de 13 TV ha sido borrado de la red, y es casi imposible encontrarlo ya. Sin embargo, en este video del sindicato ELA se puede ver, en el minuto 2:15, el fragmento donde Barcina se lamenta de que los modelos lingüísticos se derivan de las mayorías del Parlamento, mientras en el subtítulo de la imagen aparece la frase donde se jacta de haber reducido la demanda de dichos modelos al introducir el inglés vehicular.


 

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