domingo, 16 de febrero de 2020

NO ROBARÁS (mi aportación al Congreso de Laicos de este fin de semana en Madrid)


(Aportación de un profesor de enseñanza concertada en Odisea sindical al
Congreso de Laicos “Pueblo de Dios en Salida”, Madrid 14-16 de febrero de 2020
Ser signo e instrumento del anuncio del Evangelio para la vida del mundo”*)


Comencé a trabajar en el que es mi empleo de toda la vida el día que cumplí 26 años, en 1989. 3 años antes me había licenciado en Historia, pero la crisis de los años 80 y la alta tasa de paro de la época me había afectado directamente, por lo que tardé todo ese tiempo en encontrar trabajo.

Recortes con ocasión de la crisis

En mayo de 2010 a toda la plantilla de mi sector nos bajaron el salario, algo que nunca antes había ocurrido: a unos nos bajaron el 6,7% y a otros el 4,8%, emulando la bajada aplicada al funcionariado, que había sido del 5%.
Un mes más tarde el gobierno de Zapatero aprobó una reforma laboral que empeoraba sustancialmente las condiciones laborales para las personas trabajadoras.
En enero de 2011 Zapatero consiguió que UGT y CCOO aceptaran retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.
En febrero de 2012 Rajoy aprobó su reforma laboral, que volvió a empeorar las condiciones de los convenios, salarios, de la juventud y las jubilaciones.
En junio de ese mismo año, el Gobierno de Navarra en manos de UPN aplicó el RDL 14/2012 que las autonomías socialistas no aplicaron, y en mi sector nos volvieron a bajar el salario otro 2,5%.
Finalmente, en diciembre de 2012 los gobiernos dejaron de abonar la paga extra de navidad a sus empleados.

Actuación de las patronales de educación católica en el conflicto

A diferencia de los sindicatos, las patronales Escuelas Católicas y CECE no participaron en ninguna acción de protesta ni se posicionaron públicamente sobre los recortes, a pesar de su ideario cristiano.
Por el contrario, en 2012 firmaron un acuerdo con el Gobierno de Navarra, en manos del partido de derecha regionalista Unión del Pueblo Navarro (UPN), por el cual ahorraban a éste 3.900.000 € anuales de financiación de la red concertada, recortando en varios puntos, entre los cuales estos eran los más destacados, y todavía se mantienen:
  • Bajada del salario del profesorado en un 2,5%, y en un 2% al personal de administración y servicios (acompañado de la rebaja de un 2% del módulo de otros gastos que financia a los colegios).
  • El abono de las sustituciones del profesorado no será hasta los 15 días desde su baja.
En diciembre de 2012 las patronales ahorraron a dicho gobierno el pago de la extra de navidad al personal de enseñanza concertada, haciéndose cargo ellas de dicho abono, por valor de en torno a 4 millones de euros. Posteriormente recibieron de la presidenta de Navarra el compromiso de que se lo devolvería antes de acabar la legislatura 2011-2015, cosa que no cumplió, salvo los 500.000 € que les abonó pocos días antes de abandonar el poder definitivamente.
En 2017 las patronales firmaron un Acuerdo de enseñanza concertada con el Gobierno de Navarra, ya en manos de un cuatripartito de izquierda, y con los sindicatos SEPNA, UGT y LAB, por el que se subía el salario del personal en igual porcentaje que al funcionariado, pero que al suponer un retroceso en algunas condiciones laborales (bajada de 4 a solo 2 horas lectivas de reducción por edad al cumplir los 57 años, fin del acuerdo de recolocación y práctica exclusión de la formación pública) ELA no lo firmó.



Carta encíclica “Laborem exercens”, 12, de Juan Pablo II (1981):

"12. Prioridad del trabajo

Ante la realidad actual, en cuya estructura se encuentran profundamente insertos tantos conflictos, causados por el hombre, y en la que los medios técnicos —fruto del trabajo humano— juegan un papel primordial (piénsese aquí en la perspectiva de un cataclismo mundial en la eventualidad de una guerra nuclear con posibilidades destructoras casi inimaginables) se debe ante todo recordar un principio enseñado siempre por la Iglesia. Es el principio de la prioridad del «trabajo» frente al «capital». Este principio se refiere directamente al proceso mismo de producción, respecto al cual el trabajo es siempre una causa eficiente primaria, mientras el «capital», siendo el conjunto de los medios de producción, es sólo un instrumento o la causa instrumental. Este principio es una verdad evidente, que se deduce de toda la experiencia histórica del hombre."

Lectura del santo evangelio según san Juan (10,1-10):

EN aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».


Reacción del sindicato ELA en mi sector

El sindicato ELA tiene implantación en la Comunidad Autónoma del País Vasco y en la Comunidad Foral de Navarra, siendo en la primera el sindicato mayoritario (40%) y en la segunda el tercer sindicato a sólo 2 puntos por debajo del primero.
En el sector de enseñanza concertada, ELA aboga por el convenio autonómico, que en la CAPV tiene firmado desde 1988 y acaba de renovar, y en Navarra, aunque en el año 2.000 todos los sindicatos hicieran 2 días de huelga para tratar de conseguirlo, hace tiempo que ELA trabaja casi en solitario para que lo haya.
ELA organizó 5 huelgas generales en todo el período de recortes y reformas laborales y de pensiones, oponiéndose con uñas y dientes al austericidio, que ahora hasta el FMI reconoce que se perpetró.
En 2010 en la CAPV se aplicó al personal de enseñanza concertada el recorte salarial del 5% equivalente al del funcionariado, pero ELA lo llevó a los tribunales y ganó en el Supremo. Aún así las patronales intentaron no abonar a las plantillas lo recortado, y ELA convocó hasta 5 días de huelga, consiguiendo que los trabajadores recuperaran todo lo recortado indebidamente, siendo los únicos de todo el estado en lograrlo.
En Navarra ELA también llevó a los tribunales el recorte salarial de entre el 4,8 y el 6,7% de 2010, pero se perdió en el Supremo porque éste sentenció que el Sindicato de Enseñanza Privada de Navarra (SEPNA-FSIE) tenía firmado un acuerdo de analogía retributiva respecto al sector público.
En junio de 2012 ELA convocó las primeras movilizaciones del sector desde hacía mucho tiempo, junto con todos los sindicatos, a la puerta de los colegios y ante la consejería de Educación, para tratar de impedir que se aplicara en Navarra el RDL 14/2012, pero antes de finalizar el mes, SEPNA, Educación y las patronales firmaron el Acuerdo citado más arriba, que aplicaba a las plantillas los recortes de dicho decreto.

Mi implicación en la tarea sindical a partir de estos hechos

En junio de 2010, ante la huelga general convocada por ELA y LAB para protestar por la reforma laboral de Zapatero, una compañera de trabajo que también pertenece a la Acción Católica, y yo mismo, hablamos con una delegada de este último sindicato en mi colegio, para que hiciéramos una asamblea para sumarnos a la huelga general del día 29, pero nos contestó que el día de la huelga ya no teníamos alumnos y estábamos de excursión de trabajadores, y que no merecía la pena. Nos quedamos estupefactos al ver que por primera vez en nuestra vida nos aplicaban fuertes recortes salariales, y el comité de empresa no hacía nada.
El 29 de septiembre UGT y CCOO organizaron otra huelga general por el mismo tema, y otra vez pedimos al comité de empresa (3 delegados de UGT y 2 de LAB) que convocara una asamblea de trabajadoras/es. Primero debatimos sobre si íbamos a votar para que la huelga fuera vinculante. Así solíamos hacer en mi colegio siempre que la huelga era laboral, y las últimas huelgas que habíamos apoyado masivamente habían sido la del 27 de enero de 1994 contra la reforma laboral de Felipe González, así como la huelga de dos días de enseñanza concertada de Navarra en 2.000. La titularidad del centro ya no estaba en manos de una religiosas que siempre habían tenido una sensibilidad social progresista, sino en manos de religiosos. Algunos compañeros pertenecientes a la fraternidad religiosa intervinieron en la asamblea en contra de las huelgas, y no daban importancia a los recortes salariales, pues decían que nuestro salario era alto, y más en comparación con los salarios que habían visto que se cobran en países latinoamericanos donde habían estado de cooperantes. Nos quedamos estupefactos al ver la falta de conciencia social, de formación en la Doctrina Social de la Iglesia, de conciencia política en contra de un austericidio que recorta a las clases trabajadoras para dar a la gran banca. Se votó y salió que todos íbamos a vincularnos en la decisión que tomáramos, pero a continuación salió un no mayoritario a la huelga general, por lo que nadie la secundamos.
Desde entonces participé junto con unos pocos compañeros/as en la huelga de ELA y LAB del 27 de enero de 2011 contra la reforma de las pensiones de Zapatero acordada con UGT y CCOO, en la unitaria del 29 de marzo de 2012 contra la reforma laboral de Rajoy y en otras dos más en los meses sucesivos.
Paralelamente a ésto, en el seno de la Acción Católica General se planteó hacer una Campaña sobre el desempleo, y los grupos de AC de las diócesis de Bilbao, Vitoria-Gasteiz y Pamplona-Iruña la emprendimos de manera coordinada en el curso 2011-2012. Después de meses de campaña en la que comenzamos por un ver y seguimos con un juzgar, llegamos al compromiso de que como parte del actuar, mi compañera y yo nos íbamos a afiliar a ELA, algo que hicimos después de hablar con un antiguo coordinador de dicho sindicato en Navarra, perteneciente también a una comunidad cristiana de base.
Desde entonces comencé a acudir a reuniones del sindicato, y suponía que cuando llegaran las elecciones sindicales de 2014 me propondrían que encabezara una lista de ELA en mi empresa. Pero cuál fue mi sorpresa cuando en junio de 2013 el sindicato me planteó liberarme para la enseñanza concertada en Navarra. Al principio rechacé la propuesta, pues nunca me había visto como sindicalista, pero tras la insistencia de los responsables del sindicato, acepté. Les dije: “creo que me he metido en un lío”, y mi jefe en el sindicato, antiguo alumno de mi colegio, me dijo: “Sí, te has metido en un lío, pero vas a estar a gusto”. Y así ha sido hasta hoy.
Pronto vi que tras un primer año de aterrizaje y formación, el segundo año que fue electoral iría seguido de una legislatura en la que había que hacer valer la fuerte subida de un 60 % de delegados de ELA (en mi colegio pasamos de 0 a 3 de los 5 delegados del comité, mayoría absoluta), a fin de mejorar las condiciones laborales de las plantillas del sector, mediante la movilización y la negociación.
Esto es lo que intentamos hacer. Pero como se ha visto más arriba, los recortes no han sido revertidos e incluso en algunas cuestiones hemos ido para atrás. No ha sido porque mi sindicato no haya luchado, consiguiendo presentar candidaturas en muchos colegios, a pesar de la hostilidad de las patronales y de su afinidad con otros sindicatos, de su tibieza ante la LOMCE y de su asunción acrítica del colonialismo del inglés con los programas llamados de bilingüismo en lengua extranjera, que dañan la equidad, sobrecargan de trabajo a los niños en su infancia y vacían los currículos, perjudicando sobre todo a las familias con menos recursos. 
La Cámara de Comptos de Navarra, prestigiosa institución que fiscaliza las cuentas desde el siglo XIV, en su informe de fiscalización de la enseñanza concertada, dice que en relación con las horas lectivas semanales que debe impartir el personal docente, en los centros públicos son 20 horas y en los concertados 23; además, en el ámbito público las horas de vigilancia del recreo computan como horas lectivas y en el concertado no (…) En cuanto a las retribuciones, las del personal docente en los centros públicos son mayores tanto las básicas como las personales”. Y respecto al debido control del dinero público añade que si bien se han iniciado algunos cambios (…) no hemos constatado la aplicación real de los mismos, por lo que no podemos afirmar que el control sea adecuado”, y recomienda crear una unidad específica en Educación para controlar anualmente el dinero público que se invierte en la red, aclarando qué gastos son financiables, controlar los procedimientos de contratación del personal, verificar si se cumplen los horarios y funciones del personal que las empresas comunican al gobierno, etc. El trabajo sindical de ELA en los comités ha ido encaminado a mejorar la situación del personal, intentando aclarar temas que siempre han sido tabú, y que coinciden con los principales descontroles que cita Comptos. ¿Cuántas horas de clase pagadas por Educación recibe cada centro por curso? Las empresas nos han negado la respuesta, a pesar de que la financiación es pública. A Educación le solicitamos por instancia la respuesta, entre otras informaciones, acogiéndonos a la ley de transparencia, y por primera vez recibimos los datos correspondientes a cada centro. Cuando comparamos ese montante total de horas financiadas,con la suma de las que figuran en el horario real de todo el profesorado, vimos que había un cupo de horas que no sabemos quién las ejerce y cobra, y que si se repartieran de otro modo bajaría la enorme carga de trabajo del personal. La empresa sabe pero no es transparente, Educación también, pero no inspecciona si a quienes les paga la nómina, realmente trabajan esas horas.
Hemos luchado por mejorar la situación de las plantillas manteniendo nuestra independencia política y económica como sindicato, ante gobiernos de uno y otro signo. Y hacemos pedagogía con las plantillas para que tomen conciencia de que solo con una representatividad mayoritaria confiada a ELA, como en la CAPV, consegirán mejorar sustancialmente, aun a costa de luchar, para lo cual el sindicato está preparado y dispone de caja de resistencia para afrontar conflictos largos y duros. No hay que olvidar que en Euskadi, tras 29 días de huelga, acaban de conseguir un convenio de enseñanza concertada con mejoras históricas, como la recuperación de la prejubilación al 75% con relevista indefinido al 100% de jornada, reducción de jornada laboral en PAS y cupo de horas a trabajar en casa para los docentes, recuperación de la mitad del poder adquisitivo perdido, recolocación en colegios de la red ante la bajada de la natalidad, etc.

A modo de conclusión

Las organizaciones de Iglesia deben afrontar un análisis de la realidad y hacer una lectura creyente de la misma, a fin de emprender una acción transformadora de las personas y de las estructuras que construya un mundo más justo, aun a costa de enfrentarse a los poderes económicos, políticos y culturales de este sistema capitalista tan alejado del Evangelio de Jesús de Nazareth.

*Esta aportación la sitúo en dicho Congreso en el Itinerario 4: Presencia en la vida pública, Línea temática 2: el compromiso en el mundo del trabajo y en los sindicatos. Propuesta: Contribuir al establecimiento de unos criterios más humanos y más evangélicos que guíen la actuación de la ciudadanía y, sobre todo, de las instituciones eclesiales y de los cristianos ante los recortes que se tiende a aplicar cuando sobrevienen las crisis económicas. Breve descripción y justificación: Un profesor liberado por el sindicato ELA para el sector de enseñanza concertada navarra, desde su experiencia de la espiritualidad cristiana vivida en la ACG, relatará la experiencia sindical a lo largo de los años de la crisis y de la actual etapa, destacando el papel de las patronales, gobiernos y sindicatos, y proponiendo una alternativa más humana y cristiana de actuación.

sábado, 8 de febrero de 2020

La deseable solvencia en la clase política

Esta semana me ha tocado entrevistarme con varias personas que se dedican a la política, y he salido con un ansia de mayor solvencia, que echo de menos en bastantes de esas personas.
Desde que me dedico a la labor sindical, mis entrevistas con cargos públicos suelen ser para explicar una realidad necesitada de mejora o reivindicar la reversión de recortes o la superación de agravios comparativos.
Cuando dichos cargos son afines a mi ideología o posicionamiento en el eje derecha-izquierda, es cuando más me ha dolido esa insolvencia, que el diccionario de la RAE  define como "capacidad de cumplir una obligación, un cargo, y más en especial, capaz de cumplirlos cuidadosa y celosamente". Al darse esa afinidad, a menudo he percibido por parte de quienes son interlocutores, una especie de reproche desde una autoimagen de víctimas que no reciben el suficiente respaldo cuando están en el poder e incluso a veces que por eso lo han podido perder. Me parece el mundo al revés, pues como sindicalista siempre tengo conciencia de representar a la parte débil de la que el poder no se acuerda suficientemente. Me gustaría que esas personas que se dedican a la política no lloraran ni se quejaran, sino que tomaran conciencia de que están en el lado del poder (mayor o menor), empatizaran con quien acude con justas reivindicaciones y trataran de ser solventes, incluso en el caso de que el problema no lo puedan resolver a corto o medio plazo. Lo cual con humildad siempre se puede explicar.
Como esto no se suele dar, me resulta muy doloroso participar en reuniones de ese tipo, pues sufro mucho por las tergiversaciones, reproches, insinceridades, prepotencias e incluso faltas de educación.
El culmen de todo esto lo viví mientras el anterior gobierno estaba en funciones, cuando nos recibió un político situado en mis antípodas ideológicas. Además de llegar media hora tarde e intentar esquivarnos, una vez sentados en la mesa y exponer nuestro planteamiento, su respuesta fue: "pues id a quejaros a vuestro gobierno". Con esa frase dejaba claro que no creía en un gobierno para todos, y que al que había entonces lo consideraba el de los otros. Me pareció el colmo del sectarismo, y dejaba claro que si llegaba de nuevo al poder, no pretendía ser el gobierno también para nosotros, sino solo para los suyos.
Posteriormente, en otoño, acudimos a una ronda con todos los sindiatos a la que nos convocaba el consejero del ramo en el que trabajo. Éramos la última organización a la que recibía, y comenzó diciendo que nos citaba en su despacho pero podía haber sido en una cafetería, pues era un primer contacto informal y no podíamos comentarle más de un par de asuntos brevemente, los más urgentes para nosotros, pues tenía prisa. Aunque habíamos preparado a fondo la entrevista, tuvimos que limitarnos a lo que nos proponía y tansmitirle por escrito el resto. Al día siguiente vimos en la prensa el interés de habernos recibido a todos los sindicatos: mencionar a cada uno en una nota de prensa en la que pretendía hacer ver que había dialogado y dado participación a todos. Muy poco solvente, porque además, de las dos cosas que le dijimos y de las que tomó nota, meses después nos consta que ni las ha abordado.
Con algunos cargos más afines, con los cuales he tenido en el pasado relación más estrecha, y a los que he aportado con generosidad lo que estaba en mi mano, he sufrido a veces incluso mal trato, que solo lo entiendo desde quien piensa que las personas y organizaciones le deben pleitesía y sumisión clientelar. Me parece un signo de debilidad y de insolvencia.
Es en este sentido en el que reivindico la palabra solvencia, ojalá la encuentre cuando en lo sucesivo tenga contactos del tipo que he descrito. Yo también trato de vivir esto que predico.