jueves, 26 de octubre de 2023

Viaje a Egipto

Siempre habíamos soñado con viajar a Egipto, pero hasta ahora no habíamos dado el paso, por muchas circunstancias. La situación geopolítica no suele ser muy tranquila en esa zona del mundo, y tampoco lo ha sido durante nuestra visita. Debido al clima, no es un país al que sea recomendable ir durante las vacaciones de verano, único período disponible en toda mi etapa de profesor. Tampoco es un viaje asequible, sino de esos que se hacen pocas veces en la vida, buscando que coincida con una efeméride que lo merezca.

Por fin este mes de octubre, época del año ideal para viajar a ese país, hemos cumplido nuestro sueño, que nos ha resultado una gran experiencia. Hacía muchos meses que lo teníamos planificado, y aunque los días previos a partir hubo voces que nos aconsejaron desistir ante el aumento de la tensión en Oriente Medio, por la guerra desatada recientemente entre Israel y Hamas, seguimos adelante con el viaje, del domingo 15 al domingo 22.

Para alguien que, como yo, estudió a fondo la civilización egipcia en los primeros años de la carrera de Filosofía y Letras (tanto la Geografía, como la Historia y el Arte), y cuya profesión es la de docente de esas áreas, visitar in situ tantos lugares, monumentos y obras de arte en los museos egipcios, tiene un atractivo añadido. El descubrimiento de la escritura (jeroglífica al principio), por parte de dicha civilización, 3.000 años antes de Cristo, al mismo tiempo que en Mesopotamia, marca el final de la Prehistoria y el comienzo de la Historia para toda la Humanidad. Así que no es un país cualquiera.

Todo esto ha sido algo que hemos saboreado con intensidad durante el viaje, pero ha habido otras dimensiones del mismo que nos han resultado tan interesantes o más que la antigua civilización egipcia. La primera ha sido el viajar por primera vez fuera de Europa, además a un país del llamado Tercer Mundo, en concreto a África, un estado de mayoría musulmana y de habla árabe. La segunda ha sido disfrutar durante toda la estancia de la compañía, y de la visión, de un guía egipcio, Ahmed, que no se ha limitado a lo estrictamente turístico sino que nos ha introducido en la vida del país y sus distintas regiones y costumbres. Su buen humor, su amabilidad y profesionalidad nunca se nos olvidarán, como tampoco las de los otros representantes de la compañía de viajes que nos atendieron en distintos momentos: Mahmud, Mohamed y Mustafá.

Hasta el viaje de vuelta en avión ha sido de gran interés desde el punto de vista geográfico para alguien como yo, al disfrutar observando desde la ventanilla parte del valle del Nilo, la costa egipcia, la isla Gavdos al sur de Creta, la península italiana y Cerdeña; entrando a la península Ibérica en el cielo de Blanes, y a Navarra por encima de Yesa, hasta llegar a la comarca de Pamplona y girar sobre la Sakana para terminar aterrizando en Noain. A la ida era de noche, pero nos impresionó ver el Nilo desde el aire, cuando llegamos a El Cairo.

El Nilo lo es todo para Egipto, desde que penetra por el sur del país hasta que desemboca en el Mediterráneo, y está situado en un fértil valle ("tierra negra") de unos 1.000 km de longitud por 10 a 20 de ancho, limitado al este y al oeste por el desierto ("tierra roja"). Sin él no habría florecido la civilización egipcia ni ahora tampoco tendrían vida sus orillas, la que trae la inundación anual durante los meses de julio a octubre, que al retirarse deja una capa de limo que es la base de su riqueza agrícola. Habernos bañado en el Nilo a su paso por Asuán, y haber disfrutado de la calma de sus orillas mientras lo recorríamos navegando plácidamente en uno de los barcos donde nos alojamos los turistas, es algo que nunca olvidaremos. Tampoco la experiencia de atravesar la esclusa que permite continuar la navegación desde Esna hasta Luxor, procedentes de Asuán, o comer y cenar en los restaurantes-barco en El Cairo.

La antigua civilización egipcia siempre vivió la tensión entre la división y la unidad, que tras conseguirse bajo Narmer y Aha (o Menes en griego), con capital en Menfis (muros blancos), ha hecho que los historiadores hablen del nacimiento del Imperio Antiguo (2850-2052), donde se construyeron las primeras mastabas (banco) como tumbas reales en torno a la capital situada en Thinis.

Fue muy emocionante visitar el primer día la pirámide escalonada de Sakkara, construida por el médico y arquitecto Imhotep para que el faraón Djoser tuviera en ella su sepultura, en la orilla oeste del Nilo, que al simbolizar el ocaso donde cada día se oculta el sol, y por tanto la muerte, alberga la totalidad de las pirámides de Egipto, sin que haya una sola en la orilla este, donde cada día nace la vida con la salida del sol. Djoser quería ver desde el valle del Nilo donde vivía en su palacio, cuando mirara hacia poniente, su futura sepultura, lo cual no logró hasta que ésta tuvo 6 mastabas de altura, una sobre otra.

El mismo día habíamos visitado las célebres pirámides de Keops, Kefren y Micerino, así como la esfinge de Gizéh, y también los restos de la capital durante las dinastías III-VI, Menfis, hasta que con la dinastía VI volvió la división. A lo largo de los días también visitamos Luxor, la antigua Tebas que en el Imperio Medio (2052-1570) se convirtió en capital tras la reunificación, para dejar de serlo en un nuevo período de transición y división, y recuperar su primacía con la XVIII dinastía, en el Imperio Nuevo (1570-715). En plena tensión en la frontera entre Egipto y Gaza, y con el recuerdo de la matanza de 1997, en la que terroristas de los hermanos musulmanes asesinaron a 58 turistas alemanes, visitamos la tumba de Hatsepsut, la primera reina de Egipto entre 1501 y 1480, que evitó todo conflicto militar y construyó su templo de terrazas de Der el Bahari.

La religión tuvo mucho peso durante todo el viaje, tanto por las referencias que quedan del antiguo Egipto, como por la actualidad. Si al principio existía pluralidad de cultos y las deidades estaban representadas por cuerpo o cabeza de animal, en los tiempos históricos cobró preponderancia la religión del sol, Ra, surgiendo importantes símbolos de este culto, como Atum-Ra en Heliópolis, Ptah en Menfis, Toht en Hermópolis. El dios de la vegetación, Osiris, pasó a ser la divinidad de los muertos, pues creían en un juicio después de la muerte, y en la supervivencia, y hacían ofrendas a los difuntos. 

Al ver en el Valle de los Reyes la tumba de Tutankamon (imagen viva de Amón) y en el Museo egipcio de El Cairo su tesoro, no perdíamos la referencia religiosa de que este faraón, presionado por la casta sacerdotal, restableció la capital en Tebas y el politeísmo, que su herético suegro Amenofis IV (casado con Nefertiti) o Ikhnaton (amado de Atón), había prohibido, estableciendo el monoteísmo centrado en Aton (disco solar). El templo de Karnak dedicado a Amon en Tebas, con su gran sala hipóstila, construido en tiempo de Ramsés II (1279-1213) aún conserva su grandiosidad. Pero ésta aún resulta mayor, al ser conscientes de que dicho faraón construyó a cientos de kilómetros al sur de Tebas (a 1200 de El Cairo), en el límite con el actual Sudán, los templos rupestres de Abu Simbel, para él y para su amada Nefertari, con la intención de disuadir a posibles invasores del sur de penetrar en Egipto, al ver la magnificencia de sus construcciones.

El hecho de que la religión mayoritaria en Egipto sea la musulmana se refleja en el paisaje urbano, con numerosas mezquitas, y en el sonido de cada ciudad y aldea, con las llamadas a la oración desde los minaretes. Visitamos una mezquita abierta al culto en Asuán, y la de Mohamed Alí o de alabastro, en la ciudadela de Saladino de El Cairo. También vimos iglesias coptas, sobre todo en Luxor, única zona de Egipto donde la religión musulmana no es mayoritaria. En el barrio copto de El Cairo visitamos la iglesia de San Sergio y la cripta donde según la tradición, se refugió la Sagrada Familia durante su exilio huyendo de Herodes. La baja época egipcia (715-332) también la vimos reflejada, e incluso la huella de Alejandro Magno cual faraón en los relieves del templo de Luxor, o los restos de la época de los ptolomeos después del -304.

La Ciudad de El Cairo, la más populosa de África, impresiona mucho al viajero. Visitamos el centro, con su plaza Tahrir, donde estalló la primavera árabe, y donde hubo una gran manifestación contra Israel al día siguiente de que voláramos a Abu Simbel. También visitamos El Cairo islámico, el viejo Cairo y los alrededores, cenando un par de días en un barco a la orilla del Nilo y otro ante las pirámides de Gizéh. Los barrios más populares carecen de infraestructuras básicas y mucha gente vive en el inmenso cementerio de la ciudad. El tráfico no se atiene a regla alguna y resulta muy estresante ir sentado detrás del conductor del autobús, viendo cómo te adelantan por la izquierda o la derecha, oyendo el constante sonar de las bocinas, dando fogonazos de luz al resto de vehículos mientras se conduce de noche sin faros, viendo 4 jóvenes montados en la misma moto, sin casco... Pese al caos, no nos tocó ningún atasco, porque el tráfico es fluido a pesar de estar atestado de vehículos de todo tipo, de tracción mecánica o animal. Vimos cómo una avería en el autobús que nos llevaba, era reparada en el arcén en 3/4 de hora por el propio chófer y por un mecánico que acudió en su ayuda. También el barco del Nilo tuvo que funcionar a medio gas durante los últimos días al fallarle un motor.

Tuvimos contacto durante toda una mañana con los nubios, originarios de Sudán pero muy asentados en el sur y en la zona de Asuán. Cantamos y bailamos con ellos en una falúa, visitamos su poblado y aprendimos en su escuela, tanto los números en nubio y árabe, como el alfabeto en ésta última lengua, ya que en nubio no hay escritura.

Con el guía tuvimos bastantes momentos de relación, pues ponía interés en hablarnos de su país, en algunas visitas que hacía expresamente para eso, o tomando un té en una terraza. Como musulmán no-practicante, manifestaba su respeto a las distintas religiones. Suspiraba por tener un día un gobierno que sea civil, y no religioso ni militar, recordaba la desaparición del turismo con la victoria en las elecciones de 2018 de los hermanos musulmanes (también con la pandemia posterior) y se quejaba de los incumplimientos de las promesas de mejora del actual presidente, con unos salarios entre 400 y 800 euros que no dan para vivir, pues se pagan 90 por la factura de la luz. Dicho presidente, muy presente en carteles callejeros, reunió en El Cairo una cumbre sobre la crisis en Israel, con la presencia de Pedro Sánchez, mientras hacíamos el crucero por el Nilo. Da mucha pena ver la situación en la región y en el país, reflejo de la realidad que padece la mayoría de la humanidad, con ausencia de estado de bienestar y autoritarismo, cuando no conflictos abiertos. Pienso en lo que nos ha costado a mi generación tener un gobierno civil y mantenerlo en mi país, y los pocos años que hace de su establecimiento, y aún soy más pesimista respecto a  que en Egipto lo puedan tener.

Egipto vive del turismo y del canal de Suez, por lo que es muy evidente el cuidado que se tiene con los extranjeros que estamos de visita, tanto por la vigilancia policial en todos los lugares, como por el trato amable y la acogida cordial. La otra cara de esta percepción es el agobio que se siente conforme pasan los días por la presencia constante de vendedores de todo tipo de objetos, muchas veces niños de corta edad que por lo que se ve no acuden al colegio. También se ven a veces actitudes muy prepotentes por parte de los turistas occidentales, que causan bochorno.

La gastronomía, de cuya parte líquida (ensaladas incluidas) nos hemos privado para no tener problemas gástricos, nos ha resultado agradable. Sobre todo los postres, en los que los egipcios, como los musulmanes en general, son unos auténticos maestros. Los plátanos de Egipto, sublimes.

El viaje partió del aeropuerto de Noain y regresó a él, por lo que casi todo el pasaje era de Pamplona o de pueblos como Murieta, Estella, San Adrián, Gallipienzo, Arizkun, Irurtzun, Ekai... Varios eran conocidos y con algunos de ellos estuvimos en el mismo grupo todo el viaje, por lo que no hubo oportunidad de relacionarse con gente de otros países ni en los hoteles ni en el barco. El camarote era muy confortable y disfrutamos de la cubierta en alguna jornada muy tranquila dedicada enteramente a la navegación. Esto contrastaba con días muy intensos que comenzaban con grandes madrugones, a menudo para tratar de evitar aglomeraciones en algunos monumentos.

Globalmente ha sido una experiencia maravillosa, que siempre recordaremos, donde se ha cumplido íntegra y puntualmente (excepto los vuelos de o a Noain) todo el programa , sin incidente alguno.



lunes, 4 de septiembre de 2023

¿PERESTROIKA en UPN, con "k" de euskera? ¡Ojalá!

Me encantaría ver un angioma virtual, con forma de única zona vascófona en toda Navarra, en la cara de Esparza, como el que lucía Gorbachov. Se pondría fin a un despropósito que solo ocurre en la Comunidad Foral, a diferencia del resto de CCAA con lenguas cooficiales: que los derechos lingüísticos están zonificados, caso inaudito en el mundo entero.

 

Los 12 años que va a estar UPN sin formar parte del Gobierno de Navarra, parece que empiezan a pesar tanto en el ánimo del primer partido de Navarra que, según leemos en la prensa de los últimos días, en esa formación política se van a plantear "espacios de debate con diferentes, desde el respeto a nuestros principios y desde el respeto a todas las maneras de sentirse navarro, a todas las sensibilidades", abriéndose a futuros pactos con Geroa Bai.

Sería una magnífica noticia que podría cambiar radicalmente el tablero político navarro, para bien de la cohesión lingüística y cultural, de la convivencia y de los derechos humanos más básicos, como son los derechos lingüísticos de una comunidad hablante minorizada, sustento de uno de los pocos idiomas pre-indoeuropeos de nuestro continente, que es una joya de toda la Humanidad.

UPN saldría muy beneficiado, y tanto más cuanto antes tome la iniciativa política en este tema, siendo él mismo quien proponga la homologación de la LORAFNA en lo lingüístico con el estatuto de autonomía de cualquiera de las citadas CCAA. Dejaría a su derecha al PSN, única federación del PSOE que en este tema mantiene, desde 1982, posiciones como las que VOX impulsa ahora en las CCAA donde cogobierna con el PP.

 En muchas ocasiones he dicho que el mayor error de UPN (y también del PSN*) ha sido su postura respecto al euskera, que incluso ha llevado al Régimen anti-vasco que ambos partidos montaron, a intentar convertir Navarra en una cuasi-colonia británica con el PAI, al exigir título de lengua extranjera para impartir docencia generalista, con la Ley Foral 11/2022. Hasta tal punto de absurdo ha llegado el tema, que el mismísimo Javier Esparza, si abandonara la política ahora que ya no va a ser candidato, tendría casi imposible volver a la docencia en su colegio concertado, pues desde hace años, en dicha red prácticamente no se contrata a nadie que no tenga título de inglés, convirtiendo un mérito, siempre valorable, en un requisito que no se exige en ningún país para acceder a la docencia normal, no especializada en la impartición directa de una lengua extranjera.

Hasta directores de colegios del Opus me han reconocido en alguna ocasión que no tendrían ningún problema en implantar la asignatura de euskera en sus colegios (Modelo A) si lo sufragara el gobierno de Navarra. La ley actual hace que los centros con dicho modelo desdoblen sus aulas a la hora de euskera, ya que no es obligatorio, y parte del alumnado cursa en el Modelo G (inexistente en el resto de CCAA con lengua cooficial). Si hiciéramos como en la CAPV desde 1980, todo el alumnado cursaría euskera, unos en los centros del Modelo D y otros en los del A. Todos estudiarían también lengua extranjera, como hacen en todos los países, sin PAI.

Ya en abril de 1984, el EBB del PNV se planteó abstenerse para facilitar que Juan Cruz Alli** presidiera Navarra, aunque aquello fracasó. Si ahora UPN volviera al vasquismo que tradicionalmente respaldaba la derecha en el pasado lejano, el PNV podría de nuevo estar dispuesto a algo parecido, aún a costa de movimientos telúricos en todo el espectro político navarro, quizá mayores que los que se dieron en aquellos años 80 con la escisión del PNV y el surgimiento de EA.

Si UPN se abre al vasquismo, tendrá que buscar algún mirlo blanco para cartel electoral, como se apuntaba este fin de semana en la prensa. En el último año he asistido a la presentación de sendos libros de dos ex-altos cargos de la Cámara de Comptos y del Ararteko de Navarra, muy ubicables en el centro-centro, pero muy volcados hacia el vasquismo unido al ser navarro. Por ahí deberían buscar, y seguro que encontrarían. Hasta podrían arrasar en ciertos segmentos de votantes.

El rechazo al pre-político Napartheid, que a algunos nos llevó, hace tantos años ya, a implicarnos en lo político, quedaría atrás, y desde la derecha españolista hasta la izquierda independentista, todos serían impulsores de la lengua y cultura vasca. Eso destensaría muchísimo la convivencia en Navarra. Incluso ayudaría a que la cuestión de Estado que condiciona tanto la vida de Navarra, se fuera dirimiendo como en Escocia o en Quebec, en función de la democracia, y no de la obediencia al testamento de Franco. Y entonces algunos votaríamos teniendo sobre todo en cuenta el eje izquierda/derecha.


* Fue Juanjo Lizarbe (y no Santiago Abascal), ex-secretario general del PSN, quien como abogado de UGT, tumbó en el TSJN varios artículos del DF del Euskera en la administración del cuatripartito de Barkos. 

** Alli presidió Navarra de 1991 a 1995, al ser la lista de UPN-PP la más votada. Su apertura al vasquismo le llevó a ser expulsado de UPN, pero logró 10 escaños con CDN en las elecciones forales de 1995, y fue vicepresidente del tripartito que elaboró el plan más ambicioso visto nunca respecto al euskera y que acordó un Órgano Común Permanente entre Navarra y la CAPV.


martes, 27 de diciembre de 2022

Pozik, jasotako esker onagatik, bizitza baten isla

 2022ko irailaren 11 oso egun zoriontsua izan zen nire amarentzat, 91 urtekoa. Eta uste dut hain zoriontsu izateko bi arrazoi nagusi hauek izan zituela: alde batetik, bere familiak naziengandik ihesi zihoazen aliatu hegalari gazteei emandako laguntza berpiztu izana, eta, bestetik, hegazkinlari haietako baten semearengandik jaso zuen esker ona. Hori guztia egun zoragarri batean bizi izan zuen, bere lehen 28 urteak bizi izan zituen lurraldean, oraindik bizirik dagoen neba bakarrarekin, eta beste senide eta lagun batzuekin batera, baita Ipar Euskal Herriko, Baztango eta Nafarroako Gobernu bereko agintariekin ere.

Sabrina Corrieri, R. Poissonnier eta F. Betatek Frantziako telebistarako egindako erreportaje labur honetan, 1944an gertatutako zerbait islatzen da 2 minutu baino gutxiagotan, baina gero nire amaren bizitzan konstante bat izan dena: lagun hurkoarentzako laguntza. Egun hartan Londrestik 1.000 km baino gehiago egin zituen norbaitekin topo egin ondoren, eskerrak emateko, amak poz handia hartu zuen.

Hitzordua ia urtebete lehenagotik zegoen finkatuta, baina amak esan ohi zidan ez zela joango, oso heldua zela, lurra ez zela erraza, agian lainoa egongo zela eta ez zela ezer ikusiko... Nik ez nuen alde batera uzten, azken orduko eguraldi iragarpenen zain, zeinak, oso onak zirela baieztatzean (bero sapa izan ezik), berriro haraino joatera bultzatu baitzuten, agian azken aldiz bere bizitzan.

Goizean goiz irten ginen Iruñetik, Muga-Lepo gainera iritsi ginen, eta handik kontu handiz joan ginen Ihi-Lepora doan bidezidor estutik, Lapurdiko lurraldean, nahiz eta Jaurikoborda baserritik 500 metrora baino ez egon, Baztanen.



Airea garbia zen, ikuspegia ikusgarria, Kantauri itsasoa aurrean, eta euskal kostaldea  mendien azpian. Bere ustekabeko agerpenaren aurrean, hedabideek berarengan finkatu zuten begirada, eta ekitaldiko izarra bihurtu zen. Bere burua amildu ordez, biziki gozatu zuen ekitaldi hartaz, zuhaitz baten itzalean eserita eta hitzaldi bakoitzari, musika-interpretazio bakoitzari, testigantza bakoitzari begira.

Halako batean, bat-batean zutitu zen, bere aitak, Xan Mihura Alemanek (izen osoa aipatu zuen) beste batzuenak salbatzeko bizia arriskatu zuela adierazteko. Pletoriko zegoen, bere jatorrizko ingurunean familiartekoez inguratuta zegoelako, egun distiratsu batean, bere aitari (eta beste mugalari batzuei) bere baserriaren aurrean egindako omenaldian parte hartzen, eta hori ez zukeen inoiz amestuko gerta zitekeenik, ez bera, ez gorago aipatutako erreportajean erretratatuta ateratzen diren bere neba-ahizpak eta gurasoak.

Nire amak, hogei urte baino gehiago alargun egon ondoren, erretiratuta daramatzan bizitzan, sarritan errepasatzen du bere bizitza, bere oroimen pribilegiatuarekin. Bere bizitzan jarrera etengabea izan da laguntza ematea, eskuzabaltasunez, bai neba-ahizpei, hiriburura erditze, operazio, tratamendu edo gestioetara joaten zirenean, bai ikastera etortzen ziren ilobei (bi urte luzez bizi izan ziren gurekin lehengo familia ugariko etxe batean, 80 metro koadroko pisuan) edo soldaduskan laguntza eskatzen zutenei; edo koinatei, auzokideei, lagunei... eta ez esan haien seme-alabak izan garenoi. Horregatik, Tim Covingtonekin izandako topaketak egun osoko gailurra ekarri zion nire amari.



Egun horretan izan zituen bi atsekabe bakarrak, alde batetik Covingtonekin gehiago hitz egin ez izana, eta bestetik bere anaia Justok bere gurpildun aulkiarekin monolitora ezin iristea, eta ekitaldia aparkaleku urrunetik ikustea besterik ez.

Agintarien oldarra ere sentitzea, luxuzko aitorpena iruditu zitzaion mugan bizimodu gogorra izan zuen familia xume bati. Haren keinuek zirrara islatzen zuten.



Ekitaldia bukatutakoan, anaiarekin elkartu eta kanpoan bazkaltzeko aukera izan zuen, bizitako xehetasun guztiak dastatuz.



Eguna amaitzeko, Urdazubiraino jaitsi ginen autoz, Felisa koinata eta familia bisitatzeko.



Hurrengo egun eta asteetan oihartzun handia izan zuen egun horretan bizitakoak, eguneroko prentsan, telebistan eta Iparraldeko eta Hegoaldeko aldizkarietan. Jende asko hurbildu zaio horri buruz hitz egiteko, eta egun hori ahaztezina balitz bezala gordetzen du, emandako laguntzagatik jasotako esker ona nabarmendu baitzitzaion.









Feliz por el agradecimiento recibido, reflejo de una vida

 El 11 de septiembre de 2022 fue un día muy feliz para mi madre, a sus 91 años. Y creo que las dos razones principales por la que se sintió tan feliz fueron, por un lado por cómo se revivió la ayuda que su familia prestó a jóvenes aviadores aliados que huían de los nazis, y por otro por el agradecimiento efusivo que recibió por parte del hijo de uno de aquellos aviadores. Todo ello vivido en un día espléndido, en su terruño donde vivió sus primeros 28 años, acompañada de su único hermano vivo todavía, y de otros familiares y amigos, así como de autoridades tanto del lado de Iparralde como de Baztán y del mismo Gobierno de Navarra.

En este breve reportaje realizado por Sabrina Corrieri, R. Poissonnier y F. Betat para la televisión francesa, se refleja en menos de 2 minutos algo ocurrido en 1944, pero que luego ha sido una constante en la vida de mi madre: la ayuda al prójimo. El encuentro ese día con alguien que había recorrido más de 1.000 km desde Londres, para agradecérselo, hizo que mi madre sintiera una alegría inmensa.

La cita estaba fijada casi con un año de antelación, pero mi madre solía repetirme que no iba a asistir, que ya era muy mayor, que el terreno no era fácil, que igual habría niebla y no se vería nada...Yo no desistía de llevarla, pendiente de las previsiones meteorológicas de última hora, que al confirmarse como muy buenas (salvo el fuerte calor), le empujaron a desplazarse hasta allí de nuevo, quizá por última vez en su vida.

Salimos pronto de Pamplona, llegamos con tiempo al alto de Muga-Lepo, y desde allí fuimos con cuidado por el estrecho sendero que conduce a Ihi-Lepo, ya en territorio de Lapurdi, aunque a solo 500 metros de su caserío natal, Jaurikoborda, en territorio baztanés.

El aire era limpio, la vista, espectacular, con el mar Cantábrico enfrente, y toda la costa vasca bajo los montes. Ante su inesperada aparición, los medios fijaron su mirada en ella, convirtiéndose en la estrella del acto. Lejos de amilanarse, disfrutó intensamente del evento, sentada a la sombra de un árbol y contemplando cada intervención, cada interpretación musical, cada testimonio.

En un momento dado, se incorporó espontáneamente para expresar en euskera que su padre, Xan Mihura Alemán (citó el nombre completo) había arriesgado su vida para salvar las de otros. Estaba pletórica, por encontrarse en su entorno originario, rodeada de familiares, en un día radiante, participando en el homenaje a su padre (y a otros mugalaris) en frente de su caserío, cosa que no hubiera soñado jamás que pudiera ocurrir, ni ella ni sus hermanos y padres que salen retratados en el reportaje arriba citado.

En la vida retirada que lleva mi madre, después de más de veinte años de viudedad, repasa con frecuencia su vida, con su memoria privilegiada. Una constante en ella ha sido la ayuda prestada con generosidad, tanto a sus hermanos cuando acudían a la capital a partos, operaciones, tratamientos o gestiones; como a sobrinos que venían a estudiar (dos convivieron muchos años con nosotros en una casa donde ya éramos familia numerosa de las de antes, en 80 metros cuadrados de piso) o que pedían ayuda en la mili; o a cuñadas, vecinas, amigas...y no digamos a quienes hemos sido sus hijos e hijas. Por eso, el encuentro con Tim Covington, que se pegó a ella con un agradecimiento emocionado, le supuso a mi madre el culmen de toda la jornada.


Sus únicas dos penas fueron ese día, por un lado no haber hablado más con Covington, y por otra que su hermano Justo no pudiera llegar hasta el monolito con su silla de ruedas, limitándose a ver el acto desde el lejano aparcamiento.

Sentir el arrope también de las autoridades, le pareció un reconocimiento de lujo para una familia sencilla que había llevado una vida dura en la frontera. Sus gestos reflejaban su emoción.


Concluido el acto, pudo reunirse con su hermano y comer en familia al aire libre, saboreando cada detalle de lo vivido.

Para terminar la jornada, descendimos en coche hasta Urdax, para visitar a su cuñada Felisa y familia.

Los días y semanas siguientes trajeron muchos ecos de lo vivido esa jornada, en la prensa diaria, televisión, así como revistas de Iparralde y Hegoalde. Mucha gente le ha abordado para comentárselo, y ella guarda ese día como una jornada inolvidable donde lo más destacado para ella fue el agradecimiento recibido por la ayuda prestada.

martes, 30 de agosto de 2022

60 urte betetzear

60 urte beteko ditudan ikasturtea hastear dagoela, idatziz jarri nahi ditudan hainbat gogoeta piztu zaizkit.


Genesian zazpigarren egunean atseden hartu zuela esaten da, horregatik, nire seigarren eguna amaitzear nagoenean, hurrengo hamarkadan zehar erretiroa hartzeko eta hainbeste urtetako lanean atseden hartzeko unea iritsiko zaidala ikusten dut.

Nire adinean, bai aitak eta bai aitaginarrebak urteak zeramatzaten beren zereginetatik urrun gaixotasun larri banak jota, eta erabateko ezintasuna eman ondoren amaitu zuten beren lan-bizitza. Hala izan ez balitz, 65 urterekin erretiroa hartuko zuketen, herrialde honetan hainbat hamarkadatan izan den bezala, Rodriguez Zapaterok, CEOEk, UGTk eta CCOOk adostutako pentsioen zorigaiztoko erreformak 67 urtera atzeratu zuen arte. Ez zuen ezertarako balio izan askok greba egitea 2011ko urtarrilaren 27an, hemen estatuko sindikatuak ez baitira Frantzian bezala, non greba masiboek eragotzi baitzuten erretiroa 62 urtetik gora atzeratzea.

Bizitzan zehar, etorkizunerako gure autopertzepzioak haurtzaroa, gaztaroa eta heldutasuna markatu dizkigu, baina baita erretiroa eta zahartzaroa ere, heriotzara iritsi arte. Espezie bakoitzaren bizitza-luzera aztertzen duten adituek ezarri dute gizakiarena 70 urte ingurukoa dela, gutxi gorabehera, nahiz eta azken hamarkadetako bizi-itxaropena artifizialki luzatu den era guztietako zainketen ondorioz.

Nire arbaso hurbilenek, aita eta aitona-amonek, bizitza-luzera izan dutela erakutsi dute ideia horrek, eta aspaldi bizi izan dut etapa honen etorrera nire bizitzako une garrantzitsu gisa, aldaketa handia ekarriko duen kontzientzia osoarekin.

Opor konpontzaile batzuen ondoren, oraindik ere ikasturte berri bateko lanari berriro ekiteko gustua daukat, erronkak eta proiektuak garatzeko. Lau hilabeteren buruan, hirugarren eta azken aldiz, nire enpresan ordezkari sindikal izateko hautagaia izango naiz berriro, eta horrek harrotasunez betetzen nau eta legitimitatea ematen dit. Baina, aldi berean, argi daukat, hastear dagoen ikasturteko hauteskunde sindikalen aldi bateratua amaitzen denean, nire lan-bizitza amaituko den etapa hasiko dela, egungo baldintzekin eta kotizatutako urte ugariekin, 65 urte eta erdi betetzen ditudanean, edo, lehenago, nire sektorean erretiro partzial aurreratua mantentzen denean eta lanaldien betetzea metatzen dudanean.

Aspalditik pentsatzen dut zer egingo nukeen erretiroa hartu beharko banu, 60 urterekin erretiroa hartzen duten hanka beltzeko funtzionarioek bezala, eta ideia asko etortzen zaizkit burura, baita beldur eta zalantza batzuk ere. Hainbeste hamarkadatako nire jarduera militanteari dagokionez ere, aspalditik uste dut nolabaiteko erretiroa hartzeko ordua iritsi behar dela. Gogoan dut duela urte askotako txiste bat, oso grabatuta geratu zitzaidana, non militante batek esaten zuen: "Klaserik gabeko gizarte baten alde borrokatzen dugu", eta beste batek esaten zuen: "Eta bilerarik gabe". Beti pentsatu izan dut, militantziari hainbeste dedikazio eskaintzeak nire bizitzan ekarpen handia egin didan arren, sakrifizio handia ere izan dela, eta beti nahi izan dut etapa bat iristea, non ez nauen gehiago bilduko hainbeste konpromiso-plataformatan, eta atseden har dezadan. Inoiz ez nau erakarri nire inguruko militante eternal batzuk imitatzeak, etenik gabe heriotzaren atariraino mantentzen baitute beren jarduera. Kristau-terminoetan ere, bizitza publiko luze baten ondoren, irrika, Jesus Nazaretekoaren 2 etapei buelta emanez, bizitzaren azken etapa erretiratu eta sinple bati ekin ahal izateko.


Zereginik ez izatearen balizko horror vacui delakoaren aurrean batzuetan sentitzen dudan bertigoak, batzuetan, giza kontaktu bat eman eta jaso ahal izateko laguntza-jardueren itxaropena pizten dit. Ez du esan nahi egiturari edo transformazioari itxita egongo naizenik, nire eskarmentuak edo gaitasunak hala eskatzen badit, baina konpromiso mota horretan, etapa eta esparru desberdinetan, gaztaroan, eliza barruan, politikan, kulturan, sindikatuan, hainbeste desengainurekin eta hain lorpen eraginkor gutxirekin, adina urte eman ditut konpromiso mota horretan; izan ere, "alferrikako morroiak gara", beste dimentsio batera pasatzea erakargarri egiten dute.

Aitona izatea tokatzen bazait, ziur naiz esperientzia horretaz izugarri gozatuko dudala, eta horretarako ere prest egon beharko dudala. Uste dut azkenean denbora izatea senideak edo lagunak presarik gabe bisitatzeko, erakusketetan sartzeko edo ikuskizunetara joateko, edo beti atzeratuta dauden alderdiak lantzeko, oso ona izango dela.

Unibertsitatetik atera nintzenetik lehen aldiz, egun jakin batetik aurrera biziarteko sostengu ekonomikoa jasoko dudala sentitzeak, nire oraingo edo etorkizuneko lan-indarraren salmentaren baldintzapean egon gabe, oso lasaigarria izan behar du, eta biztanleria osora zabaltzea planteatu beharko litzateke, gutxieneko bizi-maila unibertsal batekin.

Etapa horren iraupenari dagokionez, gero eta aldarri handiagoa entzuten da, eta nire aurreikuspen laburrak hankaz gora jartzen ditu, 100 urtetik gorako giza bizitzaren luzapenaz hitz eginez. Irakurri berri dudan Juan José Millás eta Juan Luis Arsuagaren liburuan, "La muerte contada por un sapiens a un neandertal" izenekoan, hilezkortasunari buruzko kontakizun bat iruditu zaidana, heriotzaren barne-kausa asko ezabatzeko aukeraz hitz egiten da, egiturazkoak, eta kanpoko kausak, istripuak eta abar ezabatzeaz. Horretarako ez nago oraindik prestatuta, eta ez dut uste gehienok prest gaudenik. Horrek esan dudan guztia beste era batera ikustea eragingo luke.

Baina oraindik 59 urte ditut, eta bihar udako oporrak amaituko ditut ikasturte berri bati ekiteko; beraz, hori guztia oraindik ez da berehalakoa, ezta gutxiagorik ere. Baina komentatu nahi nuen.


lunes, 29 de agosto de 2022

A punto de cumplir 60 años

A punto de comenzar el curso en el que voy a cumplir 60 años, se suscitan en mí una serie de reflexiones que me apetece poner por escrito.

En el Génesis se dice que el séptimo descansó, por eso, cuando estoy cercano a acabar mi sexto día, veo en el horizonte que a lo largo de la siguiente década me llegará el momento de jubilarme y de descansar de tantos años de trabajo. 

A mi edad, tanto mi padre como mi suegro ya llevaban años alejados de sus empleos por sendas enfermedades graves, y terminaron su vida laboral tras la concesión de la incapacidad absoluta. De no haber sido así, se habrían jubilado a los 65 años, como ha sido durante décadas en este país, hasta que la fatal reforma de las pensiones acordada entre Rodríguez Zapatero, la CEOE, UGT y CCOO, la retrasó a los 67 años. No sirvió de nada que muchos hiciéramos huelga contra ello el 27 de enero de 2011, pues aquí los sindicatos estatales no son como en Francia, donde las huelgas masivas impidieron retrasar la jubilación más allá de los 62 años.

A lo largo de la vida, nuestra autopercepción a futuro, nos ha ido marcando unas etapas de infancia, juventud y madurez, pero también de jubilación y vejez, hasta llegar a la muerte. Los expertos que estudian la longevidad de cada especie, han establecido que la del ser humano son unos 70 años, más o menos, aunque la esperanza de vida en las últimas décadas se ha prolongado artificialmente debido a los cuidados de todo tipo.

Con esa idea previa, corroborada por la longevidad efectiva de mis antepasados más cercanos, padre, abuelos y abuelas, hace tiempo que vivo la llegada de esta etapa como un momento importante en mi vida, con plena consciencia de que va a suponer un cambio importante.

Después de unas vacaciones reparadoras, aún conservo el gusto por retomar el trabajo de un nuevo curso, con retos y proyectos por desarrollar. En 4 meses seré de nuevo candidato, por tercera y última vez, a delegado sindical en mi empresa, lo cual me llena de orgullo y me carga de legitimidad para la tarea. Pero a la vez tengo claro que, cuando acabe el período unificado de elecciones sindicales del curso que comienza, se abrirá la etapa en la que terminaré mi vida laboral, que con las actuales condiciones, y dados mis abundantes años cotizados, será cuando cumpla 65 años y medio, o antes si se mantiene en mi sector la jubilación parcial anticipada y acumulo el cumplimiento de jornadas de trabajo.

Hace tiempo que en ocasiones me planteo qué haría si tuviera que jubilarme ya, como los funcionarios de pata negra que lo hacen a los 60 años, y me vienen a la mente muchas ideas, y algunos miedos e incertidumbres. También respecto a mi actividad militante de tantas décadas, hace tiempo que creo que tiene que llegar la hora de una cierta jubilación. Recuerdo un chiste de hace muchos años, que se me quedó muy grabado, donde un militante decía: "luchamos por una sociedad sin clases", y otro añadía: "y sin reuniones". Siempre he pensado que, aunque tanta dedicación a la militancia me ha aportado mucho en mi vida, también ha supuesto un gran sacrificio, y siempre he aspirado a que llegue una etapa donde ya no me reúna más en tantas plataformas de compromiso, y descanse. Nunca me ha atraído imitar a algunos eternos militantes de mi entorno que, sin solución de continuidad, mantienen su actividad hasta las puertas de la muerte. Incluso en términos cristianos, tras una larga vida pública, ansío, dándole la vuelta a las 2 etapas de Jesús de Nazaret, con poder emprender una etapa final de vida retirada y sencilla. 

El vértigo que en ocasiones siento ante el posible horror vacui de no tener nada que hacer, en ocasiones me inspira la expectativa de actividades asistenciales donde pueda aportar y recibir un contacto humano. No quiere decir que vaya a estar cerrado a lo estructural o transformador, si es que soy requerido por mi experiencia o capacidad, pero tantos años en ese tipo de compromiso, en diferentes etapas y ámbitos, como el juvenil, intraeclesial, político, cultural, sindical, con tantas decepciones respecto a los distintos instrumentos y tan pocos logros efectivos, pues "siervos inútiles somos", hacen que resulte atractivo pasar a otra dimensión.

Si me toca en suerte ser abuelo, estoy seguro que disfrutaré sobremanera de esa experiencia, para la que también tendré que estar disponible. Supongo que tener por fin tiempo para visitar sin prisas ni urgencias a familiares o a amigos, entrar en exposiciones o asistir a espectáculos, o cultivar facetas siempre pospuestas, será muy satisfactorio.

Sentir por primera vez desde que salí de la Universidad, que a partir de un cierto día voy a recibir un sustento económico vitalicio, no condicionado a la venta de mi fuerza de trabajo presente o futura, tiene que ser muy tranquilizador, y habría que plantearse extenderlo a toda la población con un mínimo vital universalizado.

En cuanto a cuál va a ser la duración de esa etapa, hay un creciente clamor que empieza a sonar y que tira por tierra mis cortas previsiones, hablando de una prolongación de la vida humana mucho más allá de los 100 años. En el libro que acabo de leer de Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga, titulado "La muerte contada por un sapiens a un neandertal", que a mí me ha parecido más un relato sobre la inmortalidad, se habla de la posibilidad de suprimir muchas causas internas de la muerte, las puramente estructurales, y eliminar las causas externas, los accidentes, etc. Para esto no estoy aún preparado, ni creo que lo estemos la mayoría. Eso haría que viera todo lo dicho de otro modo muy distinto.

Pero aún tengo 59 años, y pasado mañana acabo mis vacaciones de verano para comenzar un nuevo curso, por lo que todo eso aún no es inmediato, ni mucho menos. Pero me apetecía comentarlo.

martes, 19 de abril de 2022

40 años de militancia cristiana

La Pascua Juvenil a la que acudí en 1982, cuando tenía 19 años, ha estado muy presente en mis interioridades durante éstas últimas semanas, y especialmente durante esta Pascua de 2022 que acabamos de celebrar, porque fue el inicio de mis 40 años de militancia cristiana que ahora se cumplen.

En aquella época eran frecuentes ese tipo de celebraciones dirigidas específicamente a jóvenes, pero hasta ese año yo nunca había acudido a ninguna, aunque sí era lo que se considera un cristiano practicante. Los motivos que me llevaron a cruzar el Rubicón (nunca mejor dicho dadas las implicaciones que ese paso supuso en mi vida) fueron diversos: varios amigos míos ya habían acudido a la pascua anterior y se habían enganchado en un grupo juvenil, el triduo estaba abierto a cualquier joven interesado/a; y sobre todo, yo había llegado a un punto que necesitaba algo más en mi vida y lo buscaba. ¿Lo habría encontrado? Pensé que no perdía nada por probar, y acudí.

No digo que me sentí cómodo desde el primer momento, pero la continuidad en un grupo juvenil que me acogió en sus reuniones semanales desde la Pascua hasta fin de curso, las convivencias que tuvimos en Tirapu antes de los sanfermines, y el enganche en ese grupo desde el curso siguiente, me resultaron, en conjunto, la respuesta a lo que en mi interior llevaba tiempo buscando.

Las personas son siempre importantes, más allá de las organizaciones, y en aquel momento para mí lo fueron sobre todo dos: un cura y una militante veterana. No eran los agentes pastorales a las que un joven como yo estaba acostumbrado, pues en mi etapa colegial había conocido a frailes muy "de orden", más bien de derechas, nada relacionados con el universo vasco...Este universo, que para mí se había limitado siempre a lo familiar, en mis estancias de niño en Urdax, o en las visitas a mi casa en Pamplona, de los familiares de mi madre (con la que hablaban exclusivamente en vasco), de repente trascendía lo familiar-rural para tener una presencia en unas celebraciones pascuales en plena ciudad, junto a la Catedral, con cantos, "gure aita", peticiones...en euskera.

Era algo que nunca había visto, pues aunque de niño  había sido monaguillo en Urdax junto a mi primo Txomin, en unas misas exclusivamente en euskera, en la ciudad nunca había oído una palabra en euskera ni en mi parroquia, ni en ninguna otra iglesia, ni en el colegio. Por primera vez tomaba contacto con unos grupos donde el euskera era valorado como un componente de toda Navarra, no de una zona exclusivamente, y era usado en celebraciones donde la mayoría de las personas asistentes no eran euskaldunes pero valoraban lo vasco.

Por si fuera poco, había otro componente que no me resultó tan evidente desde el primer día, pero que enseguida cambió mi perspectiva como cristiano: el Jesús histórico pasaba a tener una centralidad a la hora de entender la figura del Jesucristo que siempre había conocido en casa, en el colegio o la parroquia; su conflicto con el templo y las autoridades del momento le habían llevado a su trágico final, y la resurrección posterior había resituado todo el relato de la comunidad de sus seguidores/as.

A mis 19 años había entrado en contacto con el aggiornamento del Concilio Vaticano II, a través de unos agentes pastorales que mantenían viva la llama de dicho acontecimiento eclesial, desde una opción por los pobres, una opción de pueblo vasco y una pertenencia a los movimientos juveniles de Acción Católica (AC); no de la tradicional, sino de la relacionada con la crisis de dichos movimientos y con la teología de la liberación, cuyos ecos latinoamericanos nos llegaban.

Nunca agradeceremos lo suficiente, su labor, a esos curas que pasaron de la sotana a la ropa de civil, superaron su formación tradicionalista de un seminario al que entraron con 11 años, y se actualizaron al hilo del Vaticano II que convocó el papa Bueno, asumieron ellos también el conflicto de Jesús y arriesgaron por el Evangelio, trabajando incansablemente en sus parroquias, movimientos y comunidades. En concreto el cura al que me refiero aquí, siempre ha estado disponible para atender a los grupos, al principio juveniles, y después de adultos/as, en innumerables reuniones, convivencias, campamentos, celebraciones de todo tipo, mucho más allá de la edad razonable de jubilación, que nunca le ha llegado.

Y junto a él, también tenemos que agradecer la labor incansable de tantas/os militantes de los movimientos de AC que se comprometieron por un mundo mejor y por construir una comunidad eclesial pueblo de Dios, en nuestra diócesis y en otras del Estado y de más allá de las fronteras.

Animados/as por personas así, los grupos juveniles eran ámbitos, en primer lugar de encuentro consigo mismo/a y con el grupo, y a la vez ámbitos de crecimiento personal, formativo, espiritual, de análisis y compromiso. Yo encajé perfectamente en cuanto tuve un rodaje en el grupo, y forjé mi proyecto de vida convirtiéndome en un militante cristiano a lo largo de varias décadas, que ha pasado por muchas etapas, distintos movimientos de AC, variados campos de acción y numerosas plataformas de compromiso de todo tipo, además de diferentes tareas intraeclesiales.

Lo que sí creo poder afirmar, es que desde aquella pascua juvenil dejé atrás una vida sencilla de niño y joven, y me enredé en una vida de militancia cristiana, que primariamente ha sido eso, y que inevitablemente ha sido también militancia socio-cultural, política y sindical, a lo largo de los últimos 40 años de mi vida. La Revisión de Vida ha sido el eje de la espiritualidad de la que nuestra militancia se ha alimentado, en un grupo que, con bajas e incorporaciones, lleva 40 años reuniéndose semanalmente, analizando la realidad, haciendo lectura creyente de la misma, proponiéndonos acciones transformadoras, desde un movimiento de AC y con arreglo a un Proyecto-Utopía de Sociedad, Persona e Iglesia. Por estas claves ha transcurrido en este tiempo mi vida personal, de relaciones, familiar y profesional, condicionándola y enriqueciéndola.

Era la efeméride y me apetecía contarlo.

* Veo esta noticia hoy, año y medio después de escribir esta entrada:

https://www.vidanuevadigital.com/2023/11/22/el-franciscano-javier-garrido-condenado-por-la-iglesia-a-dejar-todo-ejercicio-ministerial-y-pastoral-por-abusar-de-dos-religiosas/ 

y me veo obligado a eliminar de la entrada, las últimas líneas del penúltimo párrafo, que decían: "Parafraseando a Javier Garrido, diría que con todo esto, no he llegado a ser santo ni mediocre, quizá simplemente "mediano", alguien que intenta seguir a Jesús de Nazaret, con múltiples fallos y defectos".

Y al respecto quiero añadir este comentario en este pie de página: Es tremendo comprobar hasta dónde se extendió el machismo y el clericalismo que llevó a tantos curas a abusar de otras personas. No conozco personalmente a Javier Garrido y nunca fui a sus cursos de personalización de la fe, por los que ha pasado gran parte de la feligresía progresista de Pamplona, que hoy se sentirá aún más dolorida por el sufrimiento de las víctimas y por ver hasta dónde ha llegado este problema de los abusos. Sí he leído alguno de sus libros, como el que cito aquí, pero ahora cambia mi visión para mal. Joxe Arregi nos dice en su blog: "no en nombre de Dios"