Lo que delata a UGT, a su abogado
Juanjo Lizarbe (ex líder del PSN-PSOE), y a toda la caterva que les jalea contra
la comunidad vascoparlante de Navarra, es que nunca se han quejado de que la
mayoría de navarros estamos discriminados por el hecho de que a los pocos que
tienen título de inglés, francés o alemán se lo valoren en los
concursos-oposición en las tres zonas de Navarra, donde es inexistente la
realidad sociolingüística de dichas lenguas. Así pues no es el acabar con una supuesta
discriminación lo que les mueve, pues sería mucho mayor la que acabo de citar, lo
que les motiva es arrinconar a una parte de la población navarra, la que ha
recuperado el euskera, porque temen (piensa el ladrón…) que por ser euskaldunes
se sumen al mundo nacionalista vasco y por
contra, su proyecto nacionalista español, uninacional y monolingüe, no cuaje en
Navarra.
Los socialistas navarros llevan haciéndolo
décadas, desde que en 1982 abandonaron el PSE al que habían pertenecido desde
la muerte del dictador y retiraron de sus sedes la ikurriña, y se desdijeron de
las Bases de 1980 que habían apoyado en el Parlamento navarro para que el
euskera fuera oficial en toda Navarra, al igual que había hecho el PSOE con el
resto de lenguas en la totalidad del territorio de cada comunidad autónoma. El PSN cambió de rumbo y se integró como una
pieza fundamental del Régimen navarro del Corralito Foral, dominado por una
élite que Feliú diseccionó en su tesis, dejando claro que una de sus
principales características es el antivasquismo.
Les delata que cuando UPN
descubrió a finales de los 90 que el inglés vehicular en la educación podía ser
su principal arma para alejar a las familias del euskera, el PSN y UGT le
apoyaron totalmente, aunque se desplazara de sus puestos a cientos de
experimentados funcionarios que no tenían título de inglés. Ahí no ve
discriminación el sindicato socialista, es más, sus propios liberados de
educación se han visto obligados a estudiar inglés por su cuenta para mantener
sus puestos de trabajo, y sin rechistar. Si hubiera sido euskera lo que tenían
que estudiar, ¡qué no hubieran removido para impedirlo!
Así que desvelada su mentira y
destapada su verdadera motivación, solo queda socializarlo y deslegitimar su
postura ante la sociedad, mucho más abierta al euskera que las élites. El PSN
debe corregir su traición histórica y apoyar el cambio de la LORAFNA y de la
LFE para que el euskera sea oficial en toda Navarra, sin zonificación, aunque
sea necesaria una modulación en función de la realidad sociolingüística de cada
comarca. Si no avanza en esta línea, no sé cómo se puede gobernar con ellos desde
quien defiende la lengua y cultura vasca.
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