domingo, 27 de abril de 2025

Mis 12 años de papado de Francisco

Los 12 años de pontificado del papa Francisco han coincidido con mi última etapa de vida activa. De hecho, su fallecimiento tras la Semana Santa (agonizó en la noche del domingo al lunes de pascua, después de dar la bendición Urbi et Orbi y despedirse desde el papamóvil), coincidió con un hecho decisivo en el sector de enseñanza concertada donde aún trabajo: hasta agosto de 2028 (ya habré sobrepasado los 65 años) las condiciones laborales ya no van a cambiar, pues el miércoles santo la mayoría sindical firmó una modificación del Acuerdo del sector que me afecta directamente por mi edad*. 

Digo todo esto porque llevo como liberado sindical para la enseñanza concertada justo desde el año en que Francisco accedió al papado. Su nombramiento fue el 13 de marzo de 2013 (puse un twit tras verlo por la tele), y el sindicato me propuso la liberación el 20 de junio, para empezar en septiembre. Un compañero del Foro Gogoa me ha preguntado muchas veces que cómo resisto, siendo creyente, en una lucha tan dura contra una patronal de colegios cristianos, y he de decir que aunque el secreto de mi resistencia está sobre todo en la lectura diaria del Evangelio, con la intención sincera del seguimiento de Jesús de Nazaret, el hecho de que el papa haya sido todo este tiempo alguien como Francisco, me ha servido de ayuda.

Recuerdo que cuando Ratzinger fue nombrado papa, el 19 de abril de 2005, era martes, porque yo estaba en el colegio, en mi aula de ciencias sociales, y lo vi en el ordenador. Lloré de pena, porque me parecía una prolongación del largo invierno eclesial que veníamos padeciendo con Wojtila, ahora con el timón en manos de su inquisidor general desde la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio), que durante tantos años había perseguido a teólogos de la liberación y clérigos progresistas en general, apartándolos de sus cátedras o destinos, prohibiéndoles publicar, condenándoles al silencio, sometiéndoles a juicios sin garantía. Yo mismo había pasado muchas veces miedo, por mi compromiso en el Foro Gogoa,  tan mal visto entonces por la jerarquía diocesana, mientras trabajaba de profesor de un colegio concertado de Iglesia. Gracias a Dios, este año 2025 ha sido el nuevo arzobispo de Pamplona nombrado por Francisco, el que ha venido de invitado al Foro Gogoa, y ha restablecido el Consejo Diocesano de Pastoral, desaparecido desde hace años con el anterior obispo.


En 2015 ya se nos hacía tarde, pero no ha sido hasta 2024 cuando Francisco ha nombrado un obispo de Pamplona-Tudela

Aquel 2005, sin embargo, no me amilané y emprendí un largo proceso de apertura al compromiso político que se desarrolló durante los siguientes años, contra un Régimen que excluía lo vasco en Navarra. La gran sorpresa de Benedicto XVI fue su abdicación en 2013, quizá la mejor decisión que tomó, sobre todo a la vista de quién le sucedió. Por fin llegaba un papa parecido al que había cuando yo nací en 1963, Juan XXIII, el papa bueno que convocó el Concilio Vaticano II, en cuyo espíritu se había desarrollado toda mi activa vida eclesial desde joven, en movimientos de Acción Católica, con una militancia cristiana desarrollada en distintos campos y plataformas. Aunque los 27 largos años de Juan Pablo II habían supuesto un serio revisionismo de dicho Concilio, y los seminaristas eran ya de otro perfil muy distinto a aquellos curas que habíamos disfrutado en nuestro proceso (de la sotana habían pasado a la ropa civil en los 60, de Trento al aggiornamento), las bases de nuestro proyecto de vida seguían firmes, intentando hacer el seguimiento de un tal Jesús, que había pasado como uno de tantos, haciendo el bien, procurando alimento, salud y buenas relaciones, sobre todo a los más pobres, aunque eso le hubiese supuesto un conflicto con la ley y con el templo, que le llevó a ser ejecutado por el poder religioso y político de su tiempo. Y del que creemos que el Padre lo resucitó y vive.

Para 2013, año en que Bergoglio se convirtió en obispo de Roma, el proceso que más arriba he mencionado, de inserción en el compromiso político, me había llevado, de ser un independiente dentro de la coalición Nafarroa Bai (Aralar, EA, Batzarre, PNV e independientes), a ser una de las 35 ó 40 personas que en 2011 fundaron la asociación Zabaltzen en torno a Uxue Barkos, de modo que cuando las 3 primeras formaciones abandonaron la coalición, hubo manera de constituir una nueva coalición, Geroa Bai, que en 2013 estaba en pleno proceso de preparación de su asalto al poder, para traer el Cambio.

Esta fuerte dedicación política en la sombra se me solapó con mi compromiso sindical desde 2012, tras una campaña contra el desempleo que desarrollamos desde la Acción Católica de Euskal Herria. Ese año me afilié a ELA y comencé a asistir a reuniones en el sindicato, muchas veces en paralelo a las múltiples reuniones políticas a las que asistía. Nunca hubiera imaginado que un día me dedicaría a la labor sindical, y menos como liberado, y de hecho en un principio lo rechacé cuando el sindicato me lo propuso, pero ante su insistencia acepté. Eso suponía que, por los principios de ELA de independencia política, no podía ya ser responsable de ningún área en mi partido político ni tampoco candidato electoral.

Como siempre he tenido clara la causa por la que trabajo, vivida desde mi espiritualidad alimentada diariamente, creo que nunca me he desviado del camino ni he caído en la tentación, aunque haya tenido muchas carencias y fallos, como es lógico. Y eso a pesar de la enorme complejidad de colaborar desde la base, para que haya un Cambio en la política de Navarra, consiguiendo incluso la presidencia del Gobierno desde 2015, y a la vez mantener también el compromiso sindical por mejorar las condiciones de la clase trabajadora y en concreto las de mi sector, para el que me liberó el Departamento de Educación desde el sindicato ELA.

Con una inmensa tristeza, las contradicciones entre ambas líneas, política y sindical, me llevaron, desde la fidelidad a la causa, primero a congelar mi participación en Zabaltzen desde primavera de 2016, y luego a abandonar definitivamente la coalición desde septiembre de 2017. No obstante, siempre he mantenido un cierto apoyo crítico, con respeto a las personas, aunque a veces haya sentido que algunas de ellas han usado el poder para perjudicarme a mí o a la organización donde estoy, como respuesta a nuestra no sumisión.

Volviendo a Francisco, repito que me ha ayudado mucho saber que, de telón de fondo de mis relaciones como sindicalista con una patronal de religiosos/as (mayoritaria en mi sector, además de la del Opus Dei), la cabeza de la Iglesia es un papa considerado de los pobres y marginados. También he recurrido a veces en mi labor, a apoyarme en el magisterio de Juan Pablo II, con su encíclica Laborem exercens, cuyo número 12 señala:

"12. Prioridad del trabajo
Ante la realidad actual, en cuya estructura se encuentran profundamente insertos tantos conflictos, causados por el hombre, y en la que los medios técnicos —fruto del trabajo humano— juegan un papel primordial (piénsese aquí en la perspectiva de un cataclismo mundial en la eventualidad de una guerra nuclear con posibilidades destructoras casi inimaginables) se debe ante todo recordar un principio enseñado siempre por la Iglesia. Es el principio de la prioridad del «trabajo» frente al «capital». Este principio se refiere directamente al proceso mismo de producción, respecto al cual el trabajo es siempre una causa eficiente primaria, mientras el «capital», siendo el conjunto de los medios de producción, es sólo un instrumento o la causa instrumental. Este principio es una verdad evidente, que se deduce de toda la experiencia histórica del hombre."

En ocasiones se lo he dado fotocopiado a directores/as de colegios cristianos, que muchas veces no parecen tener la más mínima noción de Doctrina Social de la Iglesia, y no caen en la cuenta de que la parte débil es el trabajador o trabajadora y la parte fuerte es la empresa, viéndolo a veces al revés desde su posición, carente a menudo de conciencia social.

Del papa Francisco me he leído a fondo todas sus encíclicas y demás escritos importantes, algunos de ellos con un fuerte impacto en la humanidad, mucho más allá del ámbito intraeclesial. En relación a esta reflexión de hoy, voy a citar este reciente artículo de Carlos García de Andoin, titulado "Francisco, elogio de la vocación política". A su autor lo trajimos en 2008 para que abriera una jornada sobre políticos cristianos, que al obispo del momento no le gustó nada que organizáramos, pues creía que cristianos solo podían ser los de derechas, y entre los participantes en la mesa redonda uno era de UPN, pero el resto eran de IU, Nafarroa Bai y PSN-PSOE.

Me ayudó mucho a valorar y sostener mi compromiso todos estos años, el haber leído el número 205 de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, donde Francisco dice: "La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común".

Analizando esta mi última etapa activa, que ha coincidido con los 12 años de pontificado de Francisco, me sirve de gran ayuda el punto 195 de la encíclica Fratelli tutti:

195. Esto nos ayuda a reconocer que no siempre se trata de lograr grandes éxitos, que a veces no son posibles. En la actividad política hay que recordar que «más allá de toda apariencia, cada uno es inmensamente sagrado y merece nuestro cariño y nuestra entrega. Por ello, si logro ayudar a una sola persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de mi vida. Es lindo ser pueblo fiel de Dios. ¡Y alcanzamos plenitud cuando rompemos las paredes y el corazón se nos llena de rostros y de nombres!»[193]. Los grandes objetivos soñados en las estrategias se logran parcialmente. Más allá de esto, quien ama y ha dejado de entender la política como una mera búsqueda de poder «tiene la seguridad de que no se pierde ninguno de sus trabajos realizados con amor, no se pierde ninguna de sus preocupaciones sinceras por los demás, no se pierde ningún acto de amor a Dios, no se pierde ningún cansancio generoso, no se pierde ninguna dolorosa paciencia. Todo eso da vueltas por el mundo como una fuerza de vida»[194].

No sé qué papa** vendrá tras Francisco, ojalá sea de su estilo, y siga viviendo en Santa Marta, porque como decía el papa medio en broma, "así es más difícil que me envenenen". Sé que habrá presiones enormes en torno al cónclave, como cuando fue elegido Juan Pablo I y al mes siguiente Juan Pablo II. Al menos me satisface que en los funerales de Francisco no se haya caído en lo que vimos con San Juan Pablo, del que se pedía hacerlo santo súbito, fuera de toda medida. 

Espero terminar el poco tiempo que me queda en activo, en la misma línea que he llevado hasta ahora, y luego retirarme a descansar, y disfrutar de la vida siendo útil a quienes me rodean, de otra manera, en la que también me sienta feliz.

Pamplona-Iruña, domingo de la 8ª de Pascua, 27 de abril de 2025


*Aunque el RDL 11/2024 me hubiera permitido entrar en Jubilación Parcial Anticipada-Contrato de Relevo (JPA-CR) al acabar las vacaciones de Semana Santa, con mis 62 años, dicho Acuerdo lo va a impedir, y ya nadie va entrar en JPA-CR tampoco a los 62 años y 8 meses (para mí en septiembre) como preveía la ley anterior, sino a los 63 años. Me prejubile o jubile el año que viene a esa edad (pues la ley ya lo permite) o no, las condiciones laborales seguirán siendo las mismas, sin mejora alguna, dado el acuerdo firmado.

** Robert Prevost Martínez, como León XIV, acaba de ser elegido papa el 8 de mayo de 2025. Parece que mi última etapa de sindicalista la voy a terminar con un papa obrerista, al estilo de León XIII.

domingo, 5 de enero de 2025

100 urte

100 urte beteko lituzke aitak gaur, 2025eko Errege Magoen egunean, bizirik balego.1925eko urtarrilaren 6an jaio zen Lezaunen, epifania egunean, horregatik Epifanio izena jarri zioten. 10 anai-arreben artean txikienetako bat zen. Aitaren arrebarik handienak, izeba Aquilinak, 101 urte beteta zituen hil zenean. Beraz, bera ere bizi zitekeen. Izan ere, nire amak, bera baino 6 urte gazteagoa, laister beteko ditu 94. Tamalez, ez da horrela izan.


Epi 1981eko udan, Erripan (Odieta, Nafarroa)

Pasa den abenduaren 18an, 26 urte bete dira aita ustekabean hil zenetik, 73 urte zituela. Baina oraindik gogoan dut maiz eguneroko bizitzan. Are gehiago, zahartzen ari naizen heinean, gehiago inspiratzen naiz berarengan, zeren asko laguntzen baitit bizitzaren gorabeherek nola erasan zioten gogoratzen saiatzeak, eta nola jokatu zuen haien aurrean, nik ere haiei aurre egiteko.

Euskaraz idatzi dut sarrera hau nire blogean, aitak beti nahiko zuelako euskara ikasi, edo behintzat bere seme-alabek txikitatik ikasi izan bagenu, gure ama urdazubitarrarengandik. Aitak asko estimatzen zuen euskara, eta esaten zuen bere herriko, Lezaungo, termino guztiak euskaldunak zirela, nahiz eta Lizarrako lurrak euskara galdu zuela aspaldi, 150 urte baino gehiago. Gaur poztuko litzateke Lezaungo haurrek eskolan euskaraz ikasten dutela ikustean.

1925 urtean Primo de Riveraren diktadurapean bizi ziren, 6 urte geroago II Errepublika ailegatu arte. Aitak 11 urte zituenean Francok estatu-kolpea eman zuen eta Espainiako guda hasi zen, 3 urtez. Ondoren diktadura hasi zen, eta II Munduko Guda bukatuta, frankismoak luze iraundu zuen Estatu Batuen aliatu, Guda Hotza garai luze hartan. Izan ere, nire aitak bizi izan zituen mendearen 3 herenetatik ia bi diktadura batean edo bestean izan ziren.

Hala eta guztiz ere, nire aitak bizitza zoriontsua izan zuen, batez ere Afrikan pasatutako soldadutzatik itzuli ondoren, eta bere jaioterrian, anaia zaharrenaren agindupean, familiaren etxaldearen oinordeko gisa bizitzeko perspektibaren aurrean, landa-eremutik ateratzeari ekin eta Iruñera Nafarroako Fuerzas Eléctricas enpresan lan egitera etorri zenetik, 1950az geroztik.

Epi bere brigadarekin transformadorearen atean bertan

Haurtzaroan Andia mendilerroan artzain izan ondoren, eta herrian eskola urte gutxi pasata, landa-familiatik hiriburuko jornal batera igaro zen, eta desarrollismoaren urteetan aurrera egin ahal izan zuen, familia ugaria osatuz eta bere seme-alabei berak lortu ezin izan zituen ikasketak emanez.

Nire aitaren oroitzapenik onenak nik 7 urte nituenetik (1970) bera gaixotu zen arte dira, nik 20 urte bete nituenean. Amarekin batera, haurtzaro zoriontsua eman ziguten.

Larunbatetan, gurasoak eta 4 anai-arrebak Seat 850ean montatzen ginen eta Erripara joaten ginen, nire bataio-amabitxiak, izeba Aquilinak, errepidearen eta Ultzama ibaiaren artean eraiki zuen txaletera. Han elkartzen ginen 9 lehengusu eta lehengusina, eta hura zen paradisua guretzat, askatasunean jokatzen baikenuen, aire zabalean, edo etxe barruan eguraldi txarra egiten bazuen. Bitartean, helduek gozatu egiten zuten barbakoak egiten, tximinian gaztanbera kaikuan prestatzen, jainkozko eta gizatiarrez hitz egiten, barrez, txisteak kontatzen, eta batzuetan, eztabaidan ere bai.

Aita Ultzamako ibaiaren ur-jauzian, Erripa ondoan (1972ko abuztuan)

Udan, batzuetan, igandeetan joaten ginen Andia mendilerrora, aita artzain izan zen lekura. Lizarragako mendateko iturrian 3 autoak elkartzen ginenean, Arbeltz erreboltaraino edo Zunbelz bentaraino igo aurretik hamaiketakoa hartzen genuen. Ibilaldi luze bat egiten genuen zerran eta gero autoetaraino itzultzen ginen, eta artadi, haritz edo pagoren baten azpian mahaiak eta aulkiak jartzen genituen eta amek prestatutako patata-tortillak eta xerra albardatuak jaten genituen. Eta atsedenik gabe jokatzen genuen Iruñera itzultzeko ordua iritsi arte.


Iganderen batean Hondarribira joateko, plana aldatzen genuen, hondartzan eguna pasatzeko. Irailaren hasieran, ikasturtea erdialdera arte hasten ez zenez, batzuetan amaren herrira joaten ginen, Urdaxera, eta han ere primeran pasatzen genuen. Gure izebak janari pantagruelikoak prestatzen zituen, eta umeak baserriaren inguruan jolasten ginen, edo soroak edo iratzeak jasotzen laguntzen genuen belardietan. Han benetako landa-munduarekin kontaktua hartzen genuen, behiekin, txerriekin, oiloekin, ardiekin, behorrekin, txakurrekin, katuekin, eta horiei jaten eman behar genien, jetzi, garbitu... Erabateko zorioneko urteak izan ziren.

Ni aitaren ondoan Urdazubin, 1966ko irailean

Nire aitaren izaeraz, azpimarragarriena, galdetzen diozun edonork esango dizuna, oso gizon ona zela da, inori kalte egiteko gai ez zena, beti alai egoteaz gain. Oso ondo kontatzen zituen txisteak, grazia handiz, nik harengandik jaso ez dudan gaitasuna, eta oso lankide ona zen lanean. Lana oso ondo egitea gustatzen zitzaion, eta, urteetan zehar, lan-esperientzia hartu zuen, eta, horren ondorioz, Iruñeko sare elektrikoa planifikatzen eta seinaleztatzen zuen lan-taldean egon zen, bere esku-ahura bezala ezagutzen zuelako.

Aita FENSAko bulegoan 1980ko abuztuan

Zoritxarrez, erretiro-adina baino lehen gaixotu egin zen, eta ez zen berriro lanean hasi. Nahiz eta oraindik 15 urte gehiago bizi izan ebakuntza gogor baten ondoren, eta erabat sendatu zen, utzi zizkion ondorioek atzera eragin zioten bizitza sozialari dagokionez. Baina bere inguru hurbilean, betiko bera izaten jarraitu zuen.
Seme-alabok ez dugu elkarrizketa handirik izaten gurasoekin, eta ez ditugu elkarri kontatzen gure bizipenak, sentimenduak, nahiak... Jada ez ditugunean, faltan botatzen dugu harremana gehiago aprobetxatu izana bizi ziren bitartean. Eta, neurri batean, izan zen denboraldi bat batzuetan egin ahal izan nuena.


Urtarrilaren 6an, nire etxean, aitaren urtebetetzea gogoratzen dut, batez ere Errege Magoengan sinesten genuen lehen haurtzaroko urteak igaro ondoren. Lehengusu eta osaba guztiak elkartu eta primeran pasatzen genuen.

Epiren azken urtebetetzea 1998ko urtarrilaren 6an ospatu genuen etxeko guztiok. Aurreko urtean jaio egin ziren bere hiru biloba gazteenak, eta horregatik argazkian agertzen dira denak, bostak.



Gaur egun ere gogoratzen dut bera eta hark transmititu zigun guztia. Gero arte, aita!